Plasticidades encarnadas, memoria y arte de las mujeres trans

En 2022, en Ciudad Juárez, las artistas Rojo Génesis y Deborah Álvarez decidieron unir fuerzas y comenzar un registro histórico que documentara el arte y la cultura trans desde 1975 hasta 2025. Para ello, se dieron a la tarea de reunir todos los ejemplos posibles, tanto en esa urbe como en Ciudad de México, con el propósito de dar inicio a la creación de una retrospectiva del arte y la cultura de las mujeres trans en México.

El primer resultado de este esfuerzo es Plasticidades encarnadas. Hacia una retrospectiva del arte y la cultura de cuinas, vestidas, travestis y mujeres trans en México (1975-2025).

La muestra, instalada en el Museo Universitario del Chopo, estará abierta al público hasta el 7 de septiembre y forma parte de la edición 38 del Festival Internacional por la Diversidad Sexual. Se trata de la primera vez que una exposición en un espacio público es curada por dos mujeres pertenecientes a la comunidad.

La colección reúne el trabajo de 39 mujeres trans, a través de 140 obras en formatos como fotografía, escultura, pintura, dibujo, autopublicación, video e instalación. El resultado es una arqueología simbólica que ofrece una propuesta histórica para las expresiones surgidas en el movimiento a lo largo de cinco décadas, alejándose de la indiferencia, la neutralidad o la nostalgia.

“Al realizar esta primera exposición sabíamos desde el principio que nos enfrentaríamos a mucha incomprensión y rechazo. Aun así, es muy importante haberla hecho, pues visibiliza nuestra labor y la visión que concretamos respecto a estas expresiones, que es muy distinta a las que se han inaugurado anteriormente. Pertenecer a la comunidad nos brinda la oportunidad de avanzar hacia una retrospectiva de la cultura trans”, señaló Génesis.

El proyecto se inscribe en la labor de museos trans como el Museo Travesti de Perú (2003), el Museum of Transgender History and Art (2013), el Museu Transgênero de Arte e História de Brasil (2018) y el Museo Travesti Trans Argentina (2023). De Ciudad de México participa el Museo de Arte Transfemenino (2022), fundado por Rojo Génesis.

La curaduría se complementa con la inclusión de archivos, acervos artísticos y objetos diversos que están asociados al contexto de la guerra sucia en México. “Esa situación favoreció el surgimiento de prácticas estéticas y culturales, originadas, sobre todo, en la vida nocturna y en la calle, que son el antecedente del arte o la memoria trans. La colección también tiene una coincidencia con la geopolítica, es decir, vivimos en un contexto tanto fronterizo como urbanizado, que impacta en las mujeres trans en todos los aspectos de su vida”, explicó la curadora.

“Si bien la exposición aún no es una retrospectiva en sentido estricto, sí es un primer intento por representar 50 años de trabajo y producción artística en México. Por eso, nos interesa señalar que es histórico que un recinto como el Chopo reconozca la categoría de mujer trans, que ha existido desde los años 70, para reflejar el legado histórico y el lenguaje local propio de estas mujeres, algo que no se había hecho anteriormente. Antes, quienes curaban las exposiciones no pertenecían a esta comunidad, o eran hombres gays que buscaban sumarse al movimiento feminista”.

Las curadoras enfocaron de esta manera su propia visión para crear Plasticidades encarnadas, con el objetivo de narrar la historia de un tipo de arte descentralizado del canon establecido.

“Cuando realizas arqueología sobre este tema, ya sea de manera metafórica o material, te encuentras con mucho dolor y un proceso de trabajo muy confrontativo, ya que nos damos cuenta de que, si bien no hemos descubierto nada nuevo, se trata de reconocer la trayectoria de expresiones que nadie había intentado reunir desde un lenguaje artístico. Para nosotras significó desmitificar lo que pensábamos que eran asimetrías en el arte contemporáneo”.

“El mundo del arte mexicano no está acostumbrado a trabajar con dos mujeres curadoras trans. No estamos en un momento histórico que favorezca el desarrollo de esta labor. Cuando te involucras en proyectos como este, te enfrentas, obviamente, a mucha transfobia, pero también a un paternalismo considerable, dado que muchas personas intentan enseñarte cómo se realiza una curaduría. No obstante, también hubo aspectos enriquecedores a lo largo del proceso”.

Rojo Génesis consideró que la muestra es una oportunidad para sumarse a las conversaciones que aún están pendientes sobre las expresiones artísticas de las mujeres trans.

“Esta primera muestra forma parte del trabajo que realizamos con nuestro proyecto curatorial en el Museo de Arte Transfemenino, donde se presentan constantemente exposiciones individuales y colectivas de mujeres trans mexicanas y de otras regiones de Latinoamérica”, concluyó Génesis.