Serán analizadas las expresiones e impactos de las obras
Revisarán expertos la influencia de obras clásicas de la literatura
El encuentro reúne a los colegios de Letras Clásicas, Letras Modernas y Letras Hispánicas para desmenuzar cómo los autores grecolatinos han tenido un gran impacto a lo largo de la historia literaria

Romeo y Julieta, una de las historias más famosas de William Shakespeare, tiene su inspiración en el mito de Píramo y Tisbe, de Ovidio, y se muestra su influencia en la actualidad, consideraron expertos durante el inicio de actividades del Coloquio Tradición Clásica en las Literaturas Modernas.
Martha Cecilia Jaime, coordinadora del Colegio de Letras Clásicas de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), comentó que el término clásico es una categoría universal estética se retrae casi inevitablemente a la cultura grecorromana, como un reflejo egocéntrico y alfabetizado.
Jaime González precisó: “Es un oxímoron hablar, por ejemplo, de la literatura griega cuando en la configuración de las obras actualmente más conocidas las letras no estuvieron presentes; ni la Ilíada, ni la Odisea ni los poemas de Safo fueron compuestos de manera escrita. Arquíloco fue el primer poeta en cruzar el borde.
Agregó que Italo Calvino llama clásicos a los libros que constituyen una riqueza para quien los ha leído y amado, algo que sería retomado posteriormente por otros autores quienes explican que los libros se vuelven inolvidables porque se esconden en los pliegues de la memoria, se mimetizan con el inconsciente individual o colectivo.
Durante el encuentro, precisó, se revisarán las expresiones e impactos de obras como la Odisea que configura a la vez la imagen de cuerpos femeninos confinados, con inocencia aparente de arquetipos de espera y silencio, además de preguntarse por qué las traducciones negaron el lesbianismo de Safo, y por qué inventaron una leyenda sobre un suicidio, por despecho, en el que sembraron en nuestra psique la imagen de una Safo arrojándose desde una roca de Léucade.
Al hacer uso de la palabra, Daniel Gutiérrez Trápaga, coordinador del Colegio de Letras Hispánicas de la FFyL, expresó que durante tres días el Coloquio se revisará la traducción de los clásicos con la literatura moderna, explorando una rica beta que la literatura clásica ofrece para mostrar mediante conferencias magistrales a cargo de Barragán Aroche y Aurora Pimentel las reivindicaciones, las reelaboraciones y los ecos de una cantera que no deja de ofrecer materia primera, infinita y siempre lista para el diálogo.
Gutiérrez Trápaga comentó: “La iniciativa nos permite pensar juntos a tres colegios hermanos, que luego andamos en caminos diferentes, y esta es una oportunidad de pensar en colectivo y a lo largo de estos tres días tendremos participaciones de profesores y colegas de universidades de Latinoamérica y de Europa, pero también de estudiantes en formación.
A su vez, Kundalini Muñoz Cervera, coordinadora del Colegio de Letras Modernas, señaló que los estudios de las letras modernas siempre han tenido un interés constante hacia la tradición, pues hay tanto que explorar en los ecos de los textos clásicos en las notas.
Muñoz Cervera dijo: “Esta es una gran idea en todos los colegios, para unirnos a todos a todas las tradiciones en la facultad básicamente que le debemos tanto a la presión plástica”.
Carlos Mariscal de Gante, investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas, comentó que este encuentro reúne por primera ocasión a los colegios de Letras Clásicas, Letras Modernas y Letras Hispánicas para revisar cómo los autores grecolatinos han tenido un gran impacto a lo largo de la historia de la literatura, aun hoy en nuestros días.
Posteriormente, Magda Raquel Barragán Aroche, investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas, ofreció la charla “A la luz de los clásicos, pasajes oscuros en la poesía del siglo de Oro”, donde recordó que William Shakespeare se inspiró para hacer su Romeo y Julieta en la historia de Píramo y Tisbe, dos amantes de Babilonia que viven en casas contiguas donde se dice que la ciudad Semíramis está separada con muros de barro cocido, lo que hizo que se conocieran y dieran los primeros pasos, y con el tiempo creció el amor; pero sus padres prohibieron el matrimonio.
Igualmente, revisó los claroscuros en el trabajo de Luis de Góngora, cuya obra se basa en personajes clásicos que reflejan gran luz y él establece estas amplificaciones, que además tiene que ver con la burla y que su poema está amparado bajo la sombra de Perséfone, una musa salaz que baila de forma trágica, pero a la vez cómica.